Cada una de nosotras es una Mujer Única, tenemos más de lo que realmente creemos tener. Podemos hacer más de lo que creemos poder hacer y solamente cada una de nosotras es responsable de usar la inteligencia, los talentos, las habilidades y los regalos que Dios nos ha dado.
En las enseñanzas que reciben en este ministerio, aprendemos a ser mujeres de Dios, a ser vencedoras en nuestra vida y no dejar que nada impida alcanzar el potencial máximo para la cual nuestro Padre Celestial nos ha colocado en esta tierra.
En las enseñanzas que reciben en este ministerio, aprendemos a ser mujeres de Dios, a ser vencedoras en nuestra vida y no dejar que nada impida alcanzar el potencial máximo para la cual nuestro Padre Celestial nos ha colocado en esta tierra.